Siempre me he preguntado cómo interpretar correctamente los silencios y, me surge la duda porque soy una experta en hacerlo, coo dicen por ahi, malamente. Supongo que se trata del vacío que me genera la ausencia de reacción, ese vacío que se me hace un abismo y en el que tengo tendencia a pensar por los demás...craso error porque, como te equivoques de pensamiento adjudicado, tienes muy poquitas opciones de salir indemne de la humillación que supone rehacer algo que tú, y sólo tú, has creado con la ayuda inestimable de una imaginación desbordante.
El caso es que ese área que no ocupa nada concreto, hay que rellenarla para no sentirte tan sola en su espectacular dimensión. Dimensión, encima, que es tremendamente dinámica y a medida que crece el silecio, crece su tamaño de forma que ahi te encuentras tú, con tus dudas, tus asignaciones aleatorias (positivas pero que se tornan negativas con el devenir del tiempo), tus recuerdos, tus palabras sin destinatario/a, tus cositas que contar con un estusiasmo que sería un regalo en condiciones normales pero que ahora te hacen mirar a un lado y a otro, son encontrar nada y sintiendo cómo tu ingenua sonrisa ante la expectación del relato, se desvanece inexorablemente. Enclavada en ese desierto sin susurros donde cada vez hace más frío y se te ha olvidado coger la "rebequita" para taparte de la brisa de la sinrazón que, cada vez, se hace más densa, cada vez te entra más sueño y cada vez te agota sobremanera.
Busqué manuales de instrucciones para saber cómo gestionar estas faltas de comunicación que, para algunas personas, son necesarias y vitales y, para otras, sin embargo, son letales; no encontré absolutamente nada más que desesperación por ser una perfecta inútil y no alcanzar a entender que, como me dice alguno que otro por el mundo, "calladita estás más mona"...cierto...asi que, chitón!!!, que en boca cerrada, no entran moscas!!!!!.
Un besazo y sssssshhhhhh...