Tras unos días de "descanso" allá por las montañas, de vuelta a la realidad (plácida realidad), he ido escuchando la radio en un ejercicio distinto porque, normalmente, suelo ir escuchando emisoras de música, pero hoy me apetecía darle a la tertulia radiofónica y, lo cierto, es que no me he arrepentido.
Hablaban, entre otras cosas, de esos momentos en los que un escritor, tiene crisis de creatividad. Momentos en los que te colapsas (que atrevida es la ignorancia, hablo como si a mi me pasara, no porque no me pueda pasar, si no por auto-denominarme "escritora", aún enorme para mi), quieres seguir con el hilo de tu historia y no puedes. Te fallan las fuerzas (sobre todo, la de voluntad), entras en bucle y no hay Dios que logre que prosigas en tu camino por las letras, por transmitir aquello que te arde por dentro.
Pues bien, para esos momentos (y para los ESCRITORES con mayúsculas), resulta que existen unas personas que aportan esa idea que a ti te falta. Me lo imagino como una conversación telefónica de intercambio de pareceres, de dar ese dato que al artista se le resiste y que al "desescritor" le surge como por arte de magia. Debe ser algo así como el teléfono de la esperanza, como una especie de terapia grupal de dos en la que uno consigue salir de las tinieblas y el otro se vacía de retazos de historias.
Me ha parecido tan curioso que ha sido inevitable imaginarme tal situación (hipotético-onírica, por supuesto). Haciéndome mis típicos rulos en el pelo que parece que movilizan lo que hay debajo del cuero cabelludo, mirando al vacío intentando encontrar algo que se atrinchera vaya usted a saber dónde y, cojo el teléfono, llamo al recurso y ¡plas!, resueltas las dudas...¿no os parece increible?. A mi me ha resultado precioso e, incluso, familiar. ¿No ha ocurrido que a veces no sabemos muy bien por qué estamos bloqueados y, de pronto, un alma caritativa nos ha agarrado de las manos, nos ha dado un tirón dialéctico y, así, hemos reaccionado ante el parón de turno?. ¿No hemos tenido a veces que tirar de agenda para que alguien nos de luz en momentos angustiosos de desesperante ausencia de cordura?.
Lo mejor de todo (con sonrisa de porte, claro está), es que, ante la imagen que se me ha creado en la mente, he tenido dos pálpitos maravillosos:
1. Creo que tengo ante mi una ocupación que, si por ahi nos lee alguien de notoriedad, podría utilizar...porque otra cosa no (bueno, muchas cosas no), pero historias, las que usted quiera, oiga!!!!!.
2. Caso de bucle...tengo orejitas que me van a escuchar y corazones que me van a ayudar.
Feliz viernes de brumas, de nieve...parece que ya si que si, se acerca.