El blog de kora-opina

"Tan joven y...con sueños ya rotos"...si, como dirían los doctos en cartas y en un juego en particular, no quito mano. Pero, ¿qué sería de nosotros sin la capacidad de reacción?, ¿en qué nos convertiríamos si no somos capaces de resurgir, de reinventarnos, de ir corriendo hacia esa meta o, como Caroline, hacia la luz (notareís que esa cita me vuelve loca)?...¿cómo?, ¿que es difícil?, MUCHÍSIMO!!!!.

Nadie dijo que fuera fácil.

Nadie nunca te habló del sufrimiento y, caso que lo hubiese hecho, nunca es tal hasta que no se clava en la piel a fuego, hasta que no empieza a escocer con rabia. Ni uno solo de los que forman parte de tu entorno te cuenta lo que te duelen los ojos de tantas lágrimas, la pérdida de visión por esa irritación, las agujetas del convulso llanto.

Nadie te dijo lo que te duelen las entrañas, que te entran ganas de arrancártelas de cuajo.

Nadie te habló de cuando te falta el aire para respirar, de lo que es tocar fondo, de la desolación, de la soledad, de la pena tan inmensa que se convierte en tu compañera de viaje...extraña compañera, odiada con saña.

Nadie te dice el dolor que causa echar de menos y ni siquiera se toman la molestia de decirte que la vida se complica y de qué manera.

Nadie te garantiza cuanto puedes aguantar la tristeza, qué será lo siguiente que te inquiete, lo negra que es la noche o cómo se puede apaciguar el entramado nervioso alojado a la altura de tu estómago, de tu cabeza, de tu garganta.

Nadie te da las pautas para superar el derrumbe personal, la decepción de la verdad, el inminente desamor, la sospechada marcha.

Nadie te cuenta si volverás, si podrás salir del fondo de ese mar aislado del resto del mundo, si dejarás de lamentar tus torpes desatinos o si lograrás la ansiada paz que se ha vuelto un lujo de largo alcance.

Nadie, absolutamente nadie, te puede relatar lo que te va a ocurrir. Ni siquiera las brujas, artistas del futuro y demás videntes de lo incierto...te quedas tú y solo tu.

O tomas las riendas de tu vida o el sentimiento de miseria te corroerá por dentro...llegado el caso, el espejo de tus queridos ángeles te hará ver que así...así no.

Asi que, ante la diatriba, elijo la primera opción...creo que están empezado a crecerme unas alitas chiquitinas pero que con amor, cariño, fuerza y ganas (gracias, tesoros), se harán grandes...en realidad, aunque no lo parezca, soy como un pajarito deseoso de volar por ese cielo azul que veo a través de mi ventana.

Feliz fin de semana...viernes y...sol (a pesar de las "nubes").