El blog de kora-opina

"La ventaja de comenzar de nuevo es que podemos hacerlo de una manera más inteligente". Y ahí es donde hay que esforzarse, en encontrar esa manera distinta de renacer. Una forma de comenzar de nuevo dejando de lado los sinsabores que, por suerte o por desgracia, aparecen sin ser invitados. Nadie dijo que fuera fácil, ni siquiera nadie dijo que sucedería, pero las cosas pasan, de pronto existen, tienen entidad, cuerpo y forma y, dependiendo de las circunstancias, serán más o menos grandes o más o menos importantes; pero eso no significa que, si hieren, no puedan ser olvidadas por siempre jamás.

Ayer hablaba con una amiga de cerrar círculos. Círculos que, con mucho esfuerzo, cariño y constancia, se van dibujando a nuestro alrededor. Apuestas por algo que crees que te va a reportar un beneficio, del tipo que sea. Te desvives por la fe que pones en lo que te gusta, en lo que te hace crecer. El círculo se agranda con el paso de los días, de las palabras, con la siembra de experiencias, de anécdotas, de casualidades. Te maravilla coger ese lápiz imaginario y pintar el trazado del círculo que tú, y solo tú, has decidido incluir en tu vida.

Y, de repente, sin avisar, sin tan siquiera prepararte para lo peor, te ves en la obligación de cerrar ese círculo. Si no lo cierras, su contenido se pierde sin remedio, se queda vacío y, encima (por si fuera poco), permanece abierto.

Con todo ese dolor de la decepción, de la sorpresa negativa, de la más absoluta de las miserias emocionales, lo cierras para no volver a abrirlo jamás. Te surgen dudas, incluso te ves incapacitada para cerrarlo, es como si una fuerza superior impidiera que lo hicieras (¡con lo sencillo que parece!). Te niegas a poner el broche a tus ilusiones, sueños, esperanzas. Pero hay que hacerlo...y, ¿por qué?, pues sencillamente porque la vida sigue, porque al lado de ese circulo que ha centrado toda tu energía e intensidad también hay estrellas que necesitan de tu luz, también hay otras figuras geométricas esperando a que las sigas rellenando con tus ocurrencias, imaginación y el amor más puro.

El círculo se cierra y, aunque escuece al principio, pero esa angustia dará paso a la calma, a la serenidad y a nuevas oportunidades que llevaban llamando a tu puerta desde hace tiempo pero que por estos caprichos del destino, no podías oir.

Hoy se abre un nuevo día. El sol irrumpe con una fuerza desorbitada en tu corazón, sus rayos resquebrajan el azul del ese cielo que, con retazos de pena, observas y disfrutas. Hoy es una jornada distinta en la que tienes la inmensa suerte de hacer lo que más te gusta, de sentir lo que más te apetece, de volver a creer en ti y en tus múltiples e infinitas posibilidades...eso, te guste o no, sólo lo pueden vivir las buenas personas.

Desde el Más Allá, mil besos a la gente sensible y generosa que decora las paredes de mi alma.